lunes, 30 de noviembre de 2009

XVI

Cuando llega, dos personas esperan el ascensor. Un escalofrío recorre su cuerpo. Qué asco. Intenta ignorarle, y saluda a Dani.

- ¡Hola!

-Hola -contesta él, sonriendo.

Se miran, cortados por la presencia del vecino. Saben que sobra, que ese ascensor es solo suyo, pero también que no pueden echarle.

- ¿Te dieron la nota de la disertación? -pregunta él, por fin.

-Sí -contesta ella, todavía más feliz-... Saqué un ocho.

- ¡Felicidades!

Tintintin.

Suben los tres al ascensor, y el vecino pulsa el número diez. Ella pulsa el siete y el nueve, y calla, preguntándose si su presencia la protegerá... Pero entonces el vecino habla:

- ¿Pero tú en qué curso estás ya, guapa?

Clava la mirada en el suelo y contesta con un susurro ahogado:

-En primero de Bachillerato...

Y cierra los ojos. Ya lo siente. Sus pupilas recorriendo su cuerpo, sucias, inquisitivas, como garras lujuriosas. No tiene nada especial, no debería seducir la imaginación retorcida de ese tipo, pero lo hace. No sabe por qué no le gusta a ningún chico del instituto, y en cambio un hombre cuarentón, chupado y picado de viruela se la come con los ojos cada vez que coinciden en el ascensor.

Cada piso se hace eterno. No quiere abrir los ojos, no puede. Sabe que, si le mira, sonreirá de esa manera. Comienza a escuchar unos golpecitos rítmicos. Golpes con el pie. Y el movimiento de Dani a su derecha.

Tintintin.

Séptimo piso. "No te vayas. No me dejes sola..." De pronto, nota una mano en el brazo y pega un respingo, sobresaltada.

-Ven -le dice entonces él-, que te enseño lo que te dije el otro día...

Le mira, sin comprender. Él le aprieta el brazo con el ceño fruncido y la arrastra fuera del ascensor. Después, le echa una mirada furibunda al vecino y murmura:

-A ver si no nos vemos mucho por aquí, ¿eh? Venga, hasta luego...

Y cierra la puerta de un golpe. Ella le observa, sorprendida.

-Qué asco de tío -murmura él, todavía con el ceño fruncido-... ¿Estás bien? -ella asiente con la cabeza- ¿Quieres pasar, o prefieres subirte a casa?

-Yo casi que me subo -contesta, todavía sin poder reaccionar.

-Pues te acompaño.

Y se dirigen a la escalera, dispuestos a subir dos pisos en el más absoluto silencio. Cuando ya están delante de su puerta, ella murmura:

-Gracias...

-De nada.

-Te debo una.

-Me la puedes devolver -ella le interroga con la mirada-. ¿Cómo te llamas?

Ella sonríe.

-Miriam.

Él sonríe a su vez, y se marcha escaleras abajo mientras ella desaparece en las entrañas de la casa vacía.

6 comentarios:

  1. Queda raro que no sepa nada de él y baje la mirada, como si ya lo hubiese hecho antes. eso puedes mejorarlo. puedes comentar un poco más el nerviosismo de Dani, que se pone brusco por el vecino.

    Pero el final es PEEERFEEEECTOOOOOO!! ME ENCAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANTA que ya sea su ascensor :)

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  3. Me encanta. ¡Me encanta!
    Casi perfecto. Casi porque es "picado de viruela", no "marcado"
    Ya sabes que peco de perfeccionista :S

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  4. Premiooo~

    http://mimanicomiopintarrajeado.blogspot.com/2009/12/premios-y-un-monologo.html

    Y a ver si actualizas ya, no nos puedes dejar asíii T_____T

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  5. Me encanta!!!! ^^
    Eres genial!!! :). me gusta que ya sea su ascensor como ha dicho Leodin DaCore :)
    Un besito y sigue que nos tienes engachadisimos!!!

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  6. o.O ¿Aún no te había comentado? Pues había leído esta entrada hace tiempo... mi cabeza está cada vez peor.

    En fin, ya te lo han dicho casi todo, pero vamos,que me ha encantado... *¬*

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